“A las 4 de la mañana
viejas fotografías de Lisa”
A las 4 de la mañana
viejas fotografías de Lisa entre las páginas
de una novela de ciencia ficción. Mi sistema nervioso
se repliega como un ángel. Todo perdido en el
reino de las palabras a las 4 de la mañana:
la voz del pelirrojo arquea la piedad. Viejas fotografías
casas de aquella ciudad donde lentamente
hicimos el amor. Casi un grabado en
madera, escenas que se sucedieron
inmóviles fronda entre dunas. Dormido sobre la
mesa digo que era poeta, un demasiado tarde,
un querido despierta, nadie ha quemado las
velas de la amistad
“At 4 a.m. old
photographs of Lisa”
At 4 a.m. old
photographs of Lisa between the pages of
a science fiction novel. My nervous system
recoils like an angel. Everything lost in
the kingdom of words at 4 a.m.: the voice of
the redhead sounds the depths of devotion. Old photographs,
houses in that city where we slowly made
love. Practically a
woodcut, scenes in motionless
succession, frond in the dunes. Asleep on the table
I say I was a poet, a little too late, a
loved one awakes, no one has burned
the candles of friendship
(“A
las 4 de la mañana viejas fotografías de Lisa” /
“At 4 a.m. old photographs of Lisa,”
in ¨La novela-nieve”
/ “The Snow-Novel,” pp. 16-17.)
Textos de
Joe Haldeman, J. G. Ballard, Rubén Darío,
Luis Cernuda, Jack London, R. L. Stevenson, Jorge
Teillier, André Breton, Erskine Caldwell, Ciencia Ficción Soviética,
Valle-Inclán, Hamlet, Daniel
Biga, Nazario.
Querida, no es el
Paraíso. En las calles hay
batallas campales después de las diez de la noche. Nadie viene a
visitarme. Aunque la comida que
preparo aún no es del todo mala.
¿Cómo
se llama esto?, pregunté. Océano. Una larga y lenta
Universidad.
Texts by Joe Haldeman, J. G. Ballard, Rubén Darío, Luis Cernuda,
Jack London, R. L. Stevenson, Jorge Teillier, André Breton, Erskine Caldwell, Soviet Science Fiction, Valle-Inclán,
Hamlet, Daniel Biga, Nazario.
Dear, this isn’t Paradise. There are battles in
the streets from 10 p.m. on. No one comes to
visit me. Even though the food
I cook isn’t all that bad.
What’s this
called? I asked. Ocean. A long, slow
University.
(“Textos de Joe
Haldeman, J. G. Ballard, [...]”
/ “Texts by Joe Haldeman, J. G. Ballard, [...]” in ¨La
novela-nieve”
/ “The Snow-Novel,” pp. 60-61.)
Fritz Leiber relee
algunos de sus cuentos
El gato que ayer me
era simpático hoy ya
habla Supongamos que los pensamientos
negros también son naves
heliocéntricas El anhelo siempre escapa de
las pérfidas emboscadas
pavlovianas Hacia el núcleo
de la revolución Bebiendo un
resplandor llamado whisky Pregúntale al
escritor: ¿qué
va a ser de toda esta gente? A veces soy
inmensamente feliz No importa lo que yo
te diga
Fritz Leiber Rereads
Some of His Stories
The cat who was kind yesterday is talking
today We figure that black thoughts are
also heliocentric
ships Longing always escapes from
treacherous Pavlovian ambushes Toward the nucleus
of revolution Drinking a radiance
called whisky Ask the writer: what will become of
all these people? Sometimes I’m
incredibly happy It doesn’t
matter what I tell you
(“Fritz
Leiber relee algunos de sus cuentos” / “Fritz
Leiber Rereads Some of His Stories,”
in “Calles de Barcelona” /
“Streets of
Barcelona,” pp.
88-89.)
Calles de Barcelona
Se
turba el pinche Roberto Cierra los ojos (Tórnanse
bermejas sus mejillas) Lee
libros en la Granja Parisina de la calle Tallers Camina
por las callecitas del puerto bajo la llovizna (Una
película muy hortera que
interpretaría Robert De Niro) ¿Pero por
qué enrojece? (Pinche Robert Bolaño: besa
en la boca lo patético y lo ridículo) Abre
los ojos como un oso flaco y agonizante (¿Un
oso, tú?) Como El
Resoplón de R. A.
Lafferty Se
turba, camina bajo la llovizna del puerto Se
detiene frente a las carteleras cinematográficas Lee
en el bar Céntrico de la calle Ramalleras Freud
Lacan Cooper (En serio) No
esconde sus pisadas
Streets of Barcelona
He’s
embarrassed, that damn Roberto Closes his eyes (Cheeks
turn red) He
reads books in the Granja Parisina on Tallers Street He
walks through the port’s back alleys in the drizzle (A
really lame film starring
Robert De Niro) But why
is he blushing? (Damn Robert Bolaño: kissing
the pathetic and the ridiculous on the lips) He
opens his eyes like a skinny, dying bear (A
bear? You?) Like R. A. Lafferty’s
Snuffles He’s
embarrassed, he walks in the drizzle of the port He
stops in front of the movie posters He
reads in the Céntrico bar on Ramalleras Street Freud
Lacan Cooper (Seriously) He doesn’t cover his tracks
(Calles de Barcelona / Streets of Barcelona, in
“Calles de Barcelona” / “Streets of Barcelona,” pp. 122-123.)
“En la sala de
lecturas del Infierno”
En la sala de lecturas del Infierno En el club de aficionados a la
ciencia ficción En los patios
escarchados En los dormitorios de tránsito En los caminos de
hielo Cuando ya todo parece más claro Y cada instante es
mejor y menos importante Con un cigarrillo en
la boca y con miedo A veces los ojos verdes Y
26 años Un servidor
“In the
reading room of Hell”
In the reading room
of Hell In the club for science-fiction
fans On the frosted
patios In the bedrooms of passage On the iced-over
paths When everything finally seems clearer And each instant is
better and less important With cigarette in
mouth and with fear Sometimes green eyes And
26 years Yours truly
(“En la sala de
lecturas del Infierno [...]”
/ “In the reading room of Hell [...]” in “En
la sala de lecturas del Infierno”
/ “In the reading room of Hell,” pp. 134-135.)
“Entre Friedrich von Hausen”
Entre Friedrich von
Hausen el minnesinger y don Juanito el
supermacho de Nazario. En una Barcelona
llena de sudacas con pelas sin pelas
legales e ilegales
intentando escribir.
(Querido Alfred
Bester, por lo menos he encontrado uno de
los pabellones de la Universidad
Desconocida!)
“Between
Friedrich von Hausen”
Between Friedrich
von Hausen the minnesinger
and strongman
don Juanito Nazario. In a Barcelona full
of Latin Americans with and without
cash, legal and illegal trying
to write.
(Dear Alfred Bester,
at least I’ve found one
of the wings of the Unknown
University!)
(“Entre
Friedrich von Hausen” /
“Between Friedrich von Hausen,” in Tu lejano corazón / Your Distant Heart, pp. 284-285. Here is the
origin of the title The Unknown University.)
Tres años
Toda escritura finalmente traicionada por la escena de los hombres
retornando al edificio. No existen más reglas que una niña
pelirroja observándonos al final de la reja (Bruno lo entendió
como yo, sólo que con pasiones distintas). Los polis están
cansados, hay escasez de gasolina y miles de jóvenes
desempleados dando vueltas por Barcelona. (Bruno está en
París, me dicen que tocando el saxo afuera del Pompidou y ya
sin la maniática.) Con pasos cartilaginosos se acercan los
cuatro o cinco camareros al barracón donde duermen. Uno de
ellos escribió poesía, pero de eso hace demasiado
tiempo. El autor dijo «no puedo ser pesimista ni optimista,
está claro, mis imágenes están determinadas por
el compás de espera que se manifiesta en todo lo que llamamos
realidad». No puedo ser un escritor de ciencia ficción
porque he perdido gran parte de mi inocencia . . . Palabras que nadie
dice que nadie está obligado a decir . . . Manos en proceso de
fragmentación escritura que se sustrae así como el amor
la amistad los patios lluviosos . . . Por momentos tengo la impresión
de que todo esto es «interior» . . . Línea a
seguir en la frecuencia que califique la computadora (toda línea
es soledad total) . . . Tal vez por eso viví solo y durante
tres años no hice nada . . . (Je je je, el tipo rara vez se
lavaba, no necesitaba escribir a máquina, le bastaba sentarse
en un sillón desvencijado para que las cosas huyeran por
iniciativa propia) . . . ¿Un atardecer sorpresivo para el
jorobadito? ¿Facciones de policía a menos de cinco
centímetros de su rostro? ¿La lluvia limpió los
vidrios de la ventana?
Three Years
In the end, all writing betrayed by the scene of the men going
back to the building. The only rule that exists is a redheaded girl
watching us from the end of the fence (Bruno understood that the same
way I did, he just cared about different things). The cops are tired,
there’s a gasoline shortage, and thousands of unemployed youths
roam Barcelona. (Bruno is in Paris, playing sax outside the Pompidou,
they say, and now without that nag.) With cartilaginous steps, four
or five waiters approach the shack where they sleep. One of them used
to write poetry, but that was a long time ago. The author said “I
can’t be pessimistic or optimistic, clearly my imagery is
determined by the beat of hope that manifests itself in all that we
call reality.” I can’t be a science fiction writer
because my innocence is mostly gone . . . Words that no one speaks
that no one is required to speak . . . Hands in the process of
geometric fragmentation writing that’s stolen away just like
love friendship rainy backyards . . . Sometimes I get the sense that
it’s all “internal” . . . Line to be followed at
whatever frequency the computer gives (all lines are absolute
loneliness) . . . Maybe that’s why I lived alone and did
nothing for three years . . . (Ha, ha, ha, the man hardly ever
washed, he didn’t need a typewriter, all he had to do was sit
in that shabby armchair for things to flee of their own accord) . . .
A surprising evening for the hunchback? Policemen’s faces an
inch from his nose? Did the rain wash clean the windowpanes?
(“Tres
años” /
“three years,”
in “Gente que se aleja” / “People Walking Away,”
pp. 390-391.)
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